4. Meditación guiada para cultivar la confianza en momentos de incertidumbre
Cuando las situaciones se escapan de nuestro control es posible que parte de nosotros sienta estrés o ansiedad por no poder intervenir o no saber lo que va a ocurrir. En estos momentos es importante cultivar una sensación interna de confianza.
Nuestra mente a menudo tiene la necesidad de controlar el transcurso de las situaciones empujándonos a hacer algo para que ocurran como deseamos o para saber cómo ocurrirán. Esta actitud nos conduce a una falta de confianza y de resiliencia y puede convertirse en una fuente de sufrimiento y ansiedad.
BUSCANDO SENTIRNOS SEGUROS
Tener aparentemente las cosas bajo control nos aporta cierta sensación de seguridad. Aunque esa seguridad no es exactamente real, ya que la mayoría de aspectos de la vida son un misterio que no está al alcance de nuestro control.
Por eso es importante estar abiertos a ella tal y como ocurre, honrando su incógnita y su incertidumbre con humildad. No podemos controlar lo que pasa pero sí cómo lo percibimos: como un problema con el que luchar o como un regalo que agradecer. Elegir la segunda opción nos estabiliza interiormente, y ahí es donde reside la seguridad verdadera.
Una actitud de confianza y apertura permite que, tanto la vida como nosotros, nos despleguemos con espontaneidad y sin límites, fluyendo en todo nuestro potencial y dando lugar a nuestras infinitas posibilidades.
CÓMO MEDITAR PARA CULTIVAR UNA SENSACIÓN DE CONFIANZA
Siéntate cómodamente, conecta con tu respiración y con el momento presente a través de ella. Hazte consciente de tu cuerpo y relájalo, soltando tensiones.
Localiza la sensación de incertidumbre dentro de ti y obsérvala con curiosidad. Acoge con compasión la parte de ti que está sufriendo por esa incertidumbre.
Si percibes resistencia hacia la incertidumbre, acoge la resistencia.
Da la bienvenida a todas tus sensaciones y observa cómo se mueven y
evolucionan.
Encuentra en ti el alivio de no tener el control, de no poder y de no tener que hacer nada. Y date el permiso de descansar en él, respirando profundamente.
Estás donde tienes que estar. Ocurre lo que tiene que ocurrir. No hay nada que hacer, simplemente estar abierta a vivir cualquier situación que la vida te regale.
Haz un gesto de entregarte a la vida en su misterio, su incógnita y su impermanencia, estimulando tu curiosidad hacia ese proceso de cambio constante.
Conecta con una sensación de confianza dentro de ti. Confía en que todo lo que ocurre es una gran oportunidad y tiene un propósito.
Visualiza una mano gigante y amorosa que te sostiene y entrégate a ella, abandónate con confianza. Da espacio a la sensación de confianza dentro de ti y siéntela.